
En un importante giro en las relaciones comerciales, Estados Unidos y China han acordado reducir sus aranceles recíprocos en 115 puntos porcentuales durante un periodo inicial de 90 días. La medida ha generado una respuesta inmediata en los mercados financieros globales, provocando un aumento en activos de riesgo como acciones, petróleo y criptomonedas, mientras que activos considerados refugio como el oro y los bonos han registrado caídas significativas.
En concreto, EE. UU. bajará sus aranceles sobre productos chinos del 145% al 30%, mientras que China reducirá los suyos del 125% al 10%. Ambas partes conservarán un remanente del 10% y se comprometen a suspender otras medidas no arancelarias impuestas desde 2022. Se ha establecido un mecanismo bilateral para continuar las negociaciones económicas y comerciales más allá de este periodo inicial.
La declaración conjunta ha sido respaldada por declaraciones optimistas de altos funcionarios, entre ellos el Secretario del Tesoro de EE. UU., quien destacó que ni Washington ni Pekín desean una desconexión económica, y que el acuerdo marca un «camino constructivo» para futuras conversaciones.
Este avance ha tenido un impacto inmediato en los mercados financieros. El índice del dólar (DXY) y el yuan chino (CNY) se fortalecieron, mientras que las bolsas globales, especialmente en Europa y Asia, registraron subidas impulsadas por sectores cíclicos como recursos básicos y automotriz. Por otro lado, el sector farmacéutico sufrió pérdidas tras el anuncio de una orden ejecutiva del presidente Trump para reducir el precio de los medicamentos en EE. UU. entre un 30% y un 80%.
Impacto en el mercado de criptomonedas
El acuerdo entre las dos mayores economías del mundo también tuvo efectos inmediatos en el mercado de criptomonedas. Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH) experimentaron fuertes repuntes, ya que la mejora en el sentimiento global de riesgo y el debilitamiento de los activos refugio tradicionalmente favorecen a los criptoactivos. El alivio en las tensiones comerciales impulsa la liquidez global y fortalece la narrativa de las criptomonedas como activos alternativos en tiempos de transformación económica.
Analistas señalan que, si el diálogo entre EE. UU. y China continúa por esta vía, los mercados cripto podrían ver un periodo sostenido de crecimiento, especialmente si las tasas de interés permanecen contenidas y la confianza de los inversores institucionales sigue en aumento.